viernes, 7 de noviembre de 2008

Método de muestreo al azar y uso de transectos

Método de muestreo al azar y uso de transectos

Los diseños experimentales clásicos para la realización de Estudios de Impacto Ambiental (EIA) sobre fauna silvestre requieren la investigación de cambios en abundancia antes y después de un supuesto impacto, tanto en las inmediaciones de la variable (tratamiento) como a distancia de esta (control), aunque siempre en hábitats comparables. Sin embargo, examinar la comunidad de mamíferos antes y después de la llegada del turismo en un determinado lugar no nos fue posible, ya que todos los albergues han estado operando varios años antes del comienzo del estudio. El objetivo en este caso, entonces, fue diseñar una metodología con una serie de tratamientos y controles replicados en albergues de diferentes edades y con diferentes intensidades de uso de trochas, para así medir los efectos residuales del turismo.



Los mamíferos del bosque húmedo tropical son difíciles de observar debido a la densa vegetación y la baja intensidad de luz, que reduce los niveles de visibilidad. Para investigar la abundancia y diversidad de una selección de especies de mamíferos, de tal forma que permita hacer comparaciones entre albergues, se utilizó una variedad de métodos de muestreo tanto directo como indirecto. Estos incluyeron: censos por transecto, muestreo por quadrat de señas (como hollos forrajeros) y muestreos cuantitativos de huellas a lo largo de los transectos.

Censos por Transecto

Una de las técnicas más utilizadas para la determinación de abundancia de mamíferos es a través de muestreos o censos por transecto. Existen numerosos textos estandarizados para guiar al investigador (Burnhamet al. 1980, Brockelman et al. 1987, Buckland et al. 1993, Peres 1999a). Además, este método puede proporcionar una ancha y detallada gama de información poblacional y ecológica de especies y comunidades de manera simultánea, que a su vez pueden ser analizadas y comparadas efectivamente utilizando - relativamente - nuevos y poderosos recursos computarizados (Laake et al. 1994, Krebs 1999). En cada uno de los cinco lugares de estudio, se identificaron y marcaron tramos de las trochas utilizadas por los turistas, a estas nos referimos como "transectos turísticos" o "T". Además, se establecieron una serie de transectos complementarios en áreas del bosque alejados de estas, es decir no perturbadas anteriormente por turistas. A estas nos referimos como "transectos de control" o "C". Se tuvo mucho cuidado en ubicar todos los transectos en bosques similares, en este caso tipos B, E, y F, en ninguna ocasión se establecieron transectos en bosques de Terra Firme.

Cada albergue se muestreó durante cinco o seis oportunidades independientemente, entre enero de 1997 y noviembre de 1998. En cada visita se permaneció 18 días. Las T eran transitadas regularmente por 1-80 turistas a diario, mientras los C sólo fueron utilizados por los investigadores y sólo durante un promedio de 18 días cada tres meses, en estas oportunidades hubo un tránsito de 1-9 personas por día. Después del establecimiento inicial de los C estos se dejaron descanzar por un periodo de 48 horas antes de ser muestreados por primera vez, con el fin de minimizar los efectos de esta perturbación inicial. En visitas consecutivas a cada albergue los C no necesitaron de mucha limpieza para mantenerlos transitables. Consideramos que la actividad inicial de aperturar los C, su mantenimiento, y el tránsito de los investigadores, no impactó significativamente en la abundancia de mamíferos. En total 2-3 T y 3-5 C se establecieron en cada albergue por un total de 11 y 17, respectivamente. La longitud combinada.






Figura 3.1. díagrama esquemático de un encuentro con un grupo de mamíferos, que muestra algunos de los datos anotados. Datos computadorizados después (ver Ecuación 3.1); P = Distancia de detección perpendicular transecto-animal, P1 = Distanciade detección perpendicular transecto-centro del grupo.


Peres (1999a) determinó que la longitud estándar para cada transecto en estudios de primates era 4 km. Sin embargo, en este estudio la longitud promedio de los transectos fue sólo de 1.4 km. Fueron relativamente cortos ya que era casí imposible ubicar transectos largos que estuvieran completamente dentro de los tipos de bosque anteriormente mencionados. La metodología de recolección de datos siguió las recomendaciones de Burnham et al. (1980), Brockelman et al. (1987) con alteraciones para bosques húmedos tropicales, identificados por Janzen & Terborgh (1980), Terborgh (1983), Whitesides et al. (1988), Buckland et al. (1993). La metodología que se utilizó en este caso comprendió: dos observadores experimentados, que rotaban los transectos entre ellos. Normalmente cada observador experimentado tuvo un asistente para el proceso de la recolección de datos.


El observador caminaba lenta y silenciosamente a lo largo del transecto a una velocidad de 1 km/hr, deteniendose periodicamente para escuchar y así identificar mejor la presencia de mamíferos. Al observar un animal, ya sea solitario o miembro de un grupo social conspecífico, se utilizó hasta 10 minutos para registrar los siguientes datos: nombre del transecto, especie, método de detección (visual o auditivo), hora exacta del encuentro, altura en el dosel (para especies arbóreas), distancia a lo largo del transecto, distancia observador-animal, ángulo transecto-animal, número de individuos, ancho de grupo, duración del contacto visual con el grupo, características de comportamiento del individuo observado, presencia de juveniles, y comentarios generales sobre dieta y otros variables de interés. Todas las distancias fueron medidas con exactitud usando una wincha de 50 m, aunque después de meses de práctica, las distancias cortas (<>


Los muestreos se iniciaron en la mañana, entre las 0500 - 0800 hrs y terminaron entre las 0700 – 1100 hrs, dependiendo de la ubicación y longitud del transecto. Los muestreos fueron abandonados si llovia constantemente durante más de 30 minutos, aunque, los datos obtenidos sobre distancia recorrida y mamíferos encontrados antes de la intervención de la lluvia fueron incluidos en la base de datos. Durante encuentros fortuitos a lo largo de los transectos, que ocurrieron mayormente al regresar al albergue, se registraron los siguientes datos: especie, distancia a lo largo del transecto, número de individuos en el grupo, distancia observador-animal, ángulo transecto-animal, y ancho del grupo.


Muestreo de Hoyos Forrajeros


A lo largo de cada transecto se ubicó, al azar, entre 4 y 10 quadrats, cada una de 100 m de largo y 4 m de ancho (400 m2), por un total de 110 quadrats. La unidad de encuentro era un hoyo pequeño, resultado de las actividades de excavación de mamíferos en la busqueda de alimentos, con un área máxima de 200 cm2 y una profundidad máxima de 20 cm. Si menos de un metro separaba dos o más hollos esto fue registrado como un sólo encuentro. Las especies de mamíferos responsable de dichos hollos forrajeros, basado en observaciones directos y de huellas, son: el añuje (Dasyprocta variegata), el acuna (Nasua nasua), el sajino (Tayassu tajacu), el armadillo o carachupa (Dasypus sp.), y el picuro (Agouti paca).


Trampas de Huella

El comportamiento nocturno de varias especies de mamíferos, y el hecho que la mayoría de mamíferos son difíciles de encontrar visualmente (particularmente los depredadores grandes como los gatos), hizo necesaria la investigación de las señas que estos dejan al pasar, en este caso, huellas. Consecuentemente a lo largo de los T y C se identificaron áreas específicas en la trocha que mostraban humedad casí permanente, normalmente de carácter lodoso. Estos áreas fueron monitoreadas cada vez que el observador pasó estos durante un muestreo de transecto, y duró no más de un minuto para recolectar los siguientes datos: especie, número de individuos, y dirección de la huella (es decir, en sentido con la trocha o cruzándola). En total 102 trampas de huellas fueron identificados y monitoreados durante el estudio.


Hábitat y el Recurso Fruta

Un total de trece géneros de planta formaron el estudio de hábitat. Diez de estos eran árboles frutales, cuatro de los mismos (*) son considerados géneros "claves" y constituyen recursos de fruta muy importantes para mamíferos, especialmente durante algunos meses de la época seca (Junio-Agosto) cuando hay escasez de este recurso (Terborgh, 1983): Iriartea* (Palmae), Scheelea* (Palmae), Astrocaryum* (Palmae), Ficus* (Moraceae), Pseudolmedia (Moraceae), Brosimum (Moraceae), Dipteryx (Fabaceae), Caryocar (Caryocaraceae), Jacaratia (Caricaceae), y Spondias (Anacardiaceae). Los otros tres géneros se observaron que eran importantes recursos para muchas de las especies bajo estudio en terminos de alimento y refugio Estos incuyeron: Salacia (Hippocrateaceae), una liana fructífera; Phyllocarpus (Fabaceae), un árbol con flores rojas que producen abundante nectar; y Guadua un género de bambú muy común por la zona del sur-oeste Amazónico.

La densidad de los géneros seleccionados se calculó a través de conteos directos en quadrats de 25 x 50 m ubicados a lo largo de los transectos. El muestreo de dos géneros era distinto, en el caso del Phyllocarpus las dimensiones del quadrta fueron de 25 x 25 m ya que era difícil identificar este género a una distancia mayor de 12.5 m. En el caso del bambú sólo se registró la presencia o ausencia de esta en los quadrats de 25 x 50 m, ya que era imposible determinar el número de plantas individuales.

Tránsito Turístico

Los datos sobre el número de turistas que visitaron cada albergue, durante el periodo 1994-1998, fueron proporcionados por la administación de los albergues, excepto en el caso de ECO. Otros datos provenientes de registros formales recolectados por INRENA y MITINCI también fueron proporcionados. Además, en cuatro albergues (CAPH, EI, TRC, y ECO) hubo un sistema de "registro de uso de trochas" durante parte del periodo que permitió monitorear el tránsito directamente. Estas fuentes de información junto con conocimiento sobre los programas turísticos ofrecidos en cada albergue (CK obs. pers.), fueron utilizados para calcular el tránsito de turistas a lo largo de los T en cada albergue en terminos de número promedio de personas por año.

Presión de Caza

Los cuatro albergues más cercanos a Puerto Maldonado (CAPH, ECO, EI, SACHA) estan ubicados relativamente cerca a comunidades humanas (ver Introducción General e imágenes satelites). La colonización del bosque en la ZRTC comenzó hace 25 años atrás, aunque la mayoría de agricultores han llegado hace 10 años. La presencia de agricultores implica una serie de posibles impactos negativos sobre la fauna de la zona, el más importante de los cuales es la caza furtiva que ha sido documentado en muchas instancias como un impacto que directamente e indirectamente afecta la abundancia de especies de mamífero y aves grandes y la estructura de las comunidades de las mismas (Peres 1990, 1999b, Fragoso 1991, Robinson & Redford 1991, Mittermeier, 1993, Ascorra 1997, Bodmer et al. 1997, Kirkby y Padilla 1998, Maglianesi 1998, Noss 1998, Smith 1999,).

Para determinar específicamente el impacto relativo del turismo en los albergues mencionados era necesario determinar cuales de ellos estaban más amenazados por la presión de caza. Un método no sistematizado se utilizó para registrar datos generales relacionados con la actividad para determinar, así la presión de caza relativa entre albergues (índice de presión de caza). Las variables utilizados eran: presencia de cartuchos usados en o cerca a los lugares de estudio y encuentros con personas en los bosques alrededor de los albergues que poseían una escopeta. Estos índices eran comparados con el estudio de Ascorra (1997) que investigó la presión de caza en varias localidades de la ZRTC y con la abundancia de la pucacunga (Penelope jacquacu). TRC es relativamente aislado y asumimos que no esta afectado en lo absoluto por la caza furtiva.

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